May it be a light to you in dark places, when all other lights go out
marzo 20, 2012
Hoy me acordé de cuando contábamos semillas en la casa de tu abuela. Tu voz ronca de contar, el negro duro de las semillitas. Mil y tres semillas. O tal vez mil y cuatro. Tal vez no eran mil, después de todo.
Ahora cuando pienso en vos y te sé lejos, me parece que mi vida entera es como aquella vez: contar semillas, perder la cuenta, empezar de nuevo.
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