abril 04, 2011

Voy a darme con el gusto de escribir algo tan meloso que al leerlo se te pegue a la piel como dulce de leche. Y tengás que bañarte para sacártelo. O larmerte como un gato (aunque esa parte también la puedo hacer yo).


                             Las dos cosas más bonitas de este mundo: vos, y yo cuando estoy con vos. Soy la más bonita del mundo.

Eh, yo también soy feliz a veces.

 Soy feliz cuando te acaricio. Soy feliz cuando te miro dormir. Soy feliz, aunque ronques. Soy feliz cuando tu mano está sobre mi mano, tamborileando con los dedos algún ritmo, de esos que tenés más en el corazón que en la cabeza, y que inconscientemente estás marcando todo el tiempo. Soy feliz cuando decís boludeces, soy feliz aunque a alguna no la entienda. Soy feliz cuando hacés esas cosas que sólo vos podrías hacer (cuando le hablás a tu perro, cuando te embarrás comiendo, cuando empezás a hablar de películas y te vas por las ramas...). Soy feliz cuando te avergonzás por todo eso, y me decís que a mí deberían gustarme tipos más serios. Soy feliz cuando te contesto no seas tonto, y me sonreís. Y me sonreís.

Soy tan feliz cuando me sonreís.

Esa sonrisa es un ancla
p  a r  a      q u  e          y o        s e p a       c o m o           v o l v e r .

Vos sos mi camino de vuelta.




Anna.

1 comentario:

  1. El horizonte no es ni tan grande, ni tan lejano, ni tan difícil... hoy, menos que antes.
    ¿Y volar? una hermosa rutina.

    ResponderEliminar